ALICANTE ACTUALIDAD – 27/03/2014
La polémica se apagó con el fin del verano…, y ante la cercanía de las vacaciones de Semana Santa ha vuelto a la primera línea de la actualidad.
El Ayuntamiento de Alicante mantiene su negativa al establecimiento de servicios regulares de autobús entre Alicante Término y municipios de laprovincia bajo el criterio de falta de espacio en las instalaciones de la avenida de Salamanca y la congestión del tráfico de la zona que supondría, mientras que desde la Asociación Empresarial Hotelera de Benidorm y la Costa Blanca reclaman las mismas y la comercialización por Renfe de paquetes de viaje de billete de AVE+autobús como ocurre con otros destinos costeros, empezando por Dénia y Xàbia que cuentan con los mismos pero desde la terminal de Valencia.
Días atrás fue la alcaldesa, Sonia Castedo y este miércoles era precisamente el concejal de Tráfico, Juan Seva el que reiteraba el problema circulatorio que conllevaría esos servicios de lanzadera.
Además de una cuestión de orden económico, el tema está politizado desde el primer día puesto que no hay que olvidar que el Ayuntamiento de Benidorm está gobernado por PSOE y CDL en coalición, mientras que en Alicante ciudad lo hace el PP. El equipo de gobierno del consistorio benidormí encontró en el consistorio del otro municipio con estación del AVE en la provincia, Villena y donde casualmente gobierna una coalición de izquierdas formada por los Verdes, PSOE y VCD, al mejor aliado: ambos Ayuntamientos, de manera paralela a acuerdos de promoción turística recíprocos, encargaron a la Universidad de Alicante un estudio sobre la viabilidad de lanzaderas de autobús desde Villena en comparación con Alicante, llegando a anunciar su puesta en archa inminente (pero sin fecha).
El problema es que el citado estudio concedía competitividad a las lanzaderas desde Villena en relación a Alicante, partiendo de una base: la construcción de una conexión directa con la A-31 de la estación del AVE que no se espera que esté ni a medio plazo.
Además, a nadie le escapa que el destinatario de los citados paquetes de billete de AVE y de autobús se pensará mucho bajarse en Villena para continuar por carretera y no hacerlo en la última estación de la línea por lo que existe el riesgo de que a medio plazo las lanzaderas resulten un fiasco.
Actualmente, desde la terminal del AVE de la avenida de Salamanca existen servicios de autobús pero de carácter discrecional. Varios grupos hoteleros ponen a disposición de sus clientes ese servicio para llevarles desde Alicante a su hotel. Esos servicios discrecionales se realizan con autobuses de menor tamaño y, como son discrecionales, no se producen con todas las llegadas de trenes a Alicante, lo que hace que puedan no ser un obstáculo para la circulación. De hecho, el Ayuntamiento de Alicante no ha puesto ninguna pega a los mismos.
Para el consistorio de la capital, la cercanía de la estación de autobuses hace lógico el establecimiento de servicios regulares de autobús, en relación con las llegadas de trenes AVE, desde la misma y no desde la avenida de Salamanca, al tiempo que recuerdan que el billete combinado de AVE+TRAM ha tenido una más que buena acogida y que desde la estación de Luceros, a 400 metros de Alicante Término, se puede continuar viaje hasta el destino final (si este se encuentra en la Marina Baixa y Alta, además de l’Alacantí) igual que con los servicios de Cercanías de Renfe se puede hacer lo propio hacia el sur de la provincia y la Región de Murcia.
La realidad es que, como ya se anunció incluso con anterioridad a la entrada en servicios de la LAV Madrid-Alicante, más de la mitad de los usuarios de la misma no tiene como último destino la ciudad de Alicante por lo que, unido al perfil del turista de la mayoría de localidades de la Costa Blanca y en especial Benidorm, el complementar el servicio con lanzaderas de autobús para llevarles hasta su hotel o apartamento parece muy lógico, pero también lo es que cada Ayuntamiento defienda, dentro de sus competencias, lo que entiende más idóneo para el tráfico en su término municipal y para otros sectores económicos como el del taxi por ejemplo. Y es que la postura del Ayuntamiento de Alicante, además de en garantizar la fluidez del tráfico, se sustenta también en no privar a los taxis de la ciudad, el colectivo más importante de este tipo en la provincia, de una volumen de trabajo más que significativo. postura similar a la que mantiene el Ayuntamiento de Elche respecto a sus taxistas y el Aeropuerto de El Altet o el propio consistorio benidormense respecto también a sus taxistas y la estación de autobuses de la avenida de la Comunidad Valenciana, criticada desde el primer día por su ubicación (decidida eso sí, no por los actuales dirigentes de PSOE y CDL, si no por el PP) y la necesidad de tomar un autobús de línea o coger un taxi para llegar a u hotel, no ya en la playa de Poniente, si no también en la playa de Levante donde se encuentra (es un decir) la misma.
La realidad es que toda la polémica, además de estar muy politizada estaría resuelta de un plumazo si desde el Gobierno central y la Generalitat Valenciana se hubiese cumplido con el programa de inversiones para que Alicante contase ya con un estación intermodal y un soterramiento del acceso ferroviario a la ciudad. Pero claro, Alicante parece no ser nunca una prioridad ni en Valencia, ni en Madrid hasta el punto de que una obra tan necesaria se hace depender de la posibilidad mayor o menor de vender pisos y, por tanto, de obtener una parte más que significativa de su coste de las contraprestaciones recibidas por la venta de terrenos desafectados…, cuando se trata de la prestación de un servicio público y no se han aplicado, ni mucho menos, esos criterios tan a rajatabla en obras de similar envergadura o y objeto en el resto del territorio nacional.