DIARIO INFORMACIÃN» – 30/06/2013
La decisión de que Alicante tuviera conexión con Madrid por AVE se tomó el 8 de enero de 2001, en una cumbre en Murcia en la que fue clave la intervención de Zaplana porque la línea se quedaba en Valencia. Desde esa fecha hasta la entrada del AVE en Alicante han pasado algo más de doce años.
Doce años y cinco meses después de que el 8 de enero de 2001 el entonces ministro de Fomento, Francisco Álvarez Cascos, llegara a un acuerdo con los presidentes de la Generalitat (Eduardo Zaplana), Murcia (Ramón Luis Valcárcel) y Castilla-La Mancha (José Bono), para elegir el trazado de la nueva línea de alta velocidad entre Alicante y Madrid, prevista en su día para arrancar en 2007, el primer AVE de Madrid entró el pasado lunes, 17 de junio, en la estación término alicantina. Han pasado más de doce años desde la cumbre celebrada en Murcia donde se pactó el trazado, y seis desde la fecha que se acordó entonces, y que no se cumplió, como tampoco llegó a buen puerto el anuncio del ministro José Blanco para diciembre de 2012, la otra fecha que se barajó para la llegada del AVE, antes de que la ministra de Fomento, Ana Pastor, anunciara a finales de año que el tren llegaría en Hogueras de 2013.
Atrás han quedado doce años de tramitaciones, obras y también la mayor parte de los protagonistas que tuvieron que ver en la creación de una línea en la que se prometió un tiempo de viaje de 1 hora 40 minutos (1999); de 1 hora 45 minutos (2001); y transformado en 2 horas 30 minutos en 2010, cuando el entonces ministro Blanco probó los trenes con motivo de la inauguración del AVE entre Valencia y Madrid. Ahora, el AVE empieza con un tiempo de viaje de 2 horas y 20 minutos, aunque Fomento se ha comprometido a que el mejor AVE tarde sólo 2 horas y 5 minutos en llegar a su destino a partir de febrero de 2014, una vez testados todos los sistemas de seguridad.
Francisco Álvarez Cascos, Rafael Arias Salgado, José Bono, Eduardo Zaplana, Ramón Luis Valcárcel, Magdalena Álvarez y Francisco Camps son algunos de los políticos que, en mayor o menor manera, participaron en la gestación de un proyecto que ha costado la estimable cifra de 4.000 millones de euros.
Pese a que el trazado del AVE se definió en la cumbre de Murcia de 2001, no fue hasta la primavera de 2004, cuando el Gobierno licitó los primeros 15 tramos que sumaban 162 kilómetros por un presupuesto de 482 millones de euros. A partir de entonces, los trabajos tuvieron diferentes fases y fueron avanzando con rapidez hasta llegar prácticamente a las puertas de la ciudad de Alicante. El último tramo, la conexión de alta velocidad entre Albacete, Villena y Alicante, de 165 kilómetros de longitud, ha supuesto una inversión de 1.920 millones de euros.
Resolver la entrada a Alicante
Un aspecto que faltaba por resolver era la entrada a Alicante. Fomento eligió para ejecutarla la fórmula de la empresa pública con varios socios lo que dio lugar a que surgieran nuevos problemas. Se constituyó la sociedad Avant formada por Ayuntamiento, Consell, Adif y Renfe, pero no se la dotó de fondos, lo que acabó por ralentizar el ritmo de los trabajos hasta el punto de que en buena parte de 2012 estuvieron prácticamente parados. Solucionados los problemas de Avant, ya con la ministra Pastor puesta al día de todo lo que se encontró en un ministerio donde se había disparado con pólvora de rey, los trabajos se reanudaron con buen ritmo hasta llegar al pasado mes de mayo, en el que ritmo fue ya frenético, gracias al tesón de la ministra Pastor, ya que el recorte de los presupuestos para ajustar el déficit estuvo a punto de parar la obra, algo que se salvó por lo avanzado de los trabajos y por el empeño de la ministra en terminar la obra. El mismo empeño que tuvo en su día el entonces presidente de la Generalitat, Eduardo Zaplana, cuando convenció a finales de los 90 al ministro Arias Salgado, de que la línea de alta velocidad entre Madrid y la Comunidad no terminara en Valencia.