ALICANTE ACTUALIDAD – 21/09/2014
Desde hace una semana los trenes de Cercanías de la Línea Alicante-Murcia también circulan por el cajón soterrado del nuevo acceso ferroviario a la ciudad de Alicante, al haber entrado en servicio el empalme de plataformas a la altura del Cementerio.
Los servicios de Cercanías se unen así a los AVE con Madrid, los Alvia con Gijón y Santander, los Euromed con Valencia y Barcelona y los Regionales con Ciudad Real y Valencia que ya empleaban en cajón soterrado; los primeros desde junio de 2013 y el resto desde hace un año y es que en el citado cajón existen dos vías de ancho europeo y una vía de ancho ibérico.
No obstante, el que los Cercanías hagan uso del cajón del soterramiento no ha supuesto aun que las vías en superficie dejen de emplearse, de tal forma que la supresión definitiva del paso a nivel de la calle Ausó y Monzó (cerrado al tráfico de vehículos en 2010) aun tendrá que esperar.
El último plazo comunicado por el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias señala a febrero de 2015.
Las obras de la llamada Fase II (sección Norte) del nuevo acceso ferroviario a Alicante que tiene un coste de 22.914.525 euros, han sufrido múltiples retrasos, sin ir más lejos la supresión del citado paso a nivel estaba prevista para 2012, habiéndose retrasado después a inicios de este año y desde mayo, tras abonar la Generalitat a la sociedad Avant los dos millones de euros que eran necesarios para proseguir con los trabajos, al primer trimestre de 2015.
Aunque todos los trenes entran en Alicante bajo tierra, afloran a la superficie a la altura de la calle Bono Guarner al no haber estación soterrada aun. Esa estación intermodal, la supresión del Puente Rojo y la ejecución de los pasos a distinto nivel para la Gran Vía y el nuevo tramo de la Vía Parque, además del conocido como parque central y los aprovechamientos urbanísticos que deberán financiar todo lo anterior, conforman una larga lista de tareas pendientes.